Linkedin Instagram Facebook
Ver más en "Novedades" »

Inicio de clases: ¡A retomar las rutinas!

El fin de las vacaciones implica adaptarse a las exigencias propias de este período, como volver a levantarse temprano, horarios de alimentación fijos y actualmente se suman otros factores adicionales asociados a la pandemia. La doctora Carolina Muñoz, neuropediatra de Sanatorio Alemán, nos entrega recomendaciones para la mejor adaptación de los niños a este nuevo año escolar. 

La especialista nos señala la importancia de informar el proceso educativo de nuestros hijos, pues muchos vienen de jornadas educacionales virtuales (modalidad que se hizo masiva a raíz de la pandemia). “Muchos niños estuvieron con jornadas acotadas o modificadas el año pasado o con clases online sin asistir presencialmente a los colegios, lo que podría provocar una mayor ansiedad frente a este proceso. Los más pequeños incluso iniciaron su escolaridad de forma no presencial, lo que debe ser tomado en cuenta por profesores y cuidadores, pues se verán expuestos a una nueva situación, con nuevas reglas y un escenario distinto al conocido”. 

Adicional a lo que explica la doctora, hay dos aspectos que los padres deben considerar para que los niños, y también los adolescentes, tengan un buen desempeño escolar y mejoren sus niveles de concentración. 

Regulación del sueño:

La adaptación del horario de sueño tarda aproximadamente 2 semanas en regularse, en adolescentes puede ser un poco más complejo, ya que necesitan aproximadamente 8 a 10 horas, y son los que presentan mayor desregulación, pues tienden a retrasar el período de descanso por el uso de pantallas, ya sean celulares, computadores y/o videojuegos. 

Uso controlado de pantallas:

Evitar todo uso de pantallas durante las horas previas a dormir, aproximadamente 4 horas antes. Por ejemplo, desde las 19:00 horas, ya que el efecto de la luz azul de las pantallas imita la luz del día, por lo que nuestro cerebro y nuestro cuerpo no se preparara para dormir si estamos expuestos a este estímulo. 

“Es un proceso gradual, progresivo, que puede ser difícil los primeros días por estos cambios de horarios, lo que se suma además a los cambios adaptativos, debido a la pandemia, por lo que debe tomarse con calma y de forma progresiva”, destaca la especialista.